¡Celebrando el Día del Maíz en México con Corn Flakes como nuestro fiel aliado! ¡Te invitamos a descubrir nuestra historia!
En septiembre, celebramos el Día del Maíz de la mano de Corn Flakes de Kellogg´s®
Al igual que el café y el pan tostado en la mañana o la jarra de agua y el tazón con fruta para la hora de los alimentos, los cereales Kellogg’s® son una opción que no podemos omitir de nuestras mesas si el objetivo es disfrutar de una alimentación nutritiva y balanceada. Sin embargo, nadie imagina que esta icónica caja de cereal viene acompañando las mesas de las familias desde hace más de un siglo. Te invitamos a abrir la ventana del tiempo para ver cómo es que el ingenio de W.K. Kellogg terminó por convertirse en un delicioso y nutritivo regalo para hacer de tus platillos favoritos un momento inigualable e ideal para compartir en familia.
Transcurría el año de 1898 cuando nuestro fundador Will Keith Kellogg desarrollo la técnica para convertir el maíz en hojuelas, con la idea de ayudar al consumo de este grano como un alimento sano en el Sanatorio de Battle Creek. Sin embargo, debido a la idea que tenía de extender los beneficios de este cereal al menú de las familias, W.K. Kellogg fundó la compañía Creek Toasted Corn Flakes, con Toasted Corn Flakes como su primer producto, el cual fue presentado en paquetes elaborados con cartón reciclado en raciones de no más de 200 gramos.
Tras una labor estratégica de publicidad en la revista Ladies Home Journal, la caja de cereal de Corn Flakes comenzó a tener presencia en las mesas, para luego dar un salto con una presentación más familiar en el año de 1907. Fue en este año que en Kellogg decidimos acompañar nuestro cereal con el dibujo de una joven sonriente ataviada con un vestido de cuadros y que sostenía una gavilla de maíz. Nadie imaginaría que la imagen conocida como “Sweetheart of the Corn” se convertiría en uno de los símbolos publicitarios más duraderos y exitosos de Kellogg. El éxito fue tal, que para el año de 1909 las ventas anuales de Corn Flakes ya superaban el millón de cajas.
Convencidos de la importancia de la imagen para abrirse puertas en los hogares, en Kellogg agregamos en 1910 un plus a nuestros cereales con el primer libro ilustrado de colección llamado “The Funny Jungleland Moving Picture Book” que se obsequiaba en la compra de dos cajas de Corn Flakes.
La magia de la compañía Kellogg apenas había comenzado, y muestra de ello fue que en el año de 1912 fuimos de los primeros en utilizar una exhibición publicitaria exterior a gran escala, cuando erigimos un cartel de 32 metros de ancho y 24 metros de alto a lo largo del edificio Mecca, en la Calle 48 y Broadway en Times Square, Nueva York, considerado el anuncio publicitario más grande del mundo en su momento.
En 1920 para lograr un óptimo aprovechamiento de nuestros empaques, redujimos el nombre a Corn Flakes. Después de 32 años y luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial optamos por rediseñar nuestras cajas y a partir de 1954 recurrimos a las ilustraciones del artista Norman Rockell para brindar a Corn Flakes una imagen de prosperidad y esperanza, algo que a lo que todos aspiraban después de pasar una situación tan complicada como lo es una guerra.
Finalmente, en octubre de 1958 aparecería uno de los iconos más representativos de la marca, Cornelio®. A partir de entonces cuatro generaciones han disfrutado de esta portada representativa que invita a iniciar el día con una buena alimentación, una vez que canta el gallo.
Es así como, a lo largo de más de un siglo, hemos compartido la mesa con las familias de diferentes países del mundo, por lo que hoy, sin importar qué imagen venga en la caja, es seguro que más de uno de nosotros seguiremos disfrutando desde un buen tazón de Corn Flakes, hasta el platillo más sofisticado, cuyo ingrediente secreto será el delicioso cereal de Kellogg.
¡En el mes del Día del Maíz, seguimos celebrando más de un siglo de sabor y nutrición con Corn Flakes de Kellogg´s®!
